La Coalición de Solidaridad con Nicaragua condena enérgicamente el envío de la “Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad” a Haití, en contra de la voluntad de los haitianos que han advertido contra otra desastrosa intervención y ocupación extranjera armada.
El proceso para idear una nueva misión, utilizando el pretexto de la violencia de las bandas y la inseguridad, ha sido dirigido por Estados Unidos, que una vez más utiliza el sistema de la ONU para sus propios y estrechos objetivos. El hecho de que el actual gobierno de facto de Haití ocupe un escaño en la ONU y pueda solicitar dicha intervención militar extranjera demuestra que “la ONU que existe ahora es inservible, inoperante, disfuncional e instrumento del imperio”, tal y como afirmó en 2011 el fallecido canciller nicaragüense, el padre Miguel d’Escoto.
Este sentimiento tuvo eco recientemente en el mensaje del Presidente Ortega y la Vicepresidenta Murillo a la Asamblea General, afirmando que la naturaleza de “estas Naciones Unidas … ha venido siendo desvirtuada para convertirla, desgraciadamente, en un Organismo de servidumbre y dependencia a las Potencias”. De hecho, el tratamiento de Haití en la ONU revela el triunfo de los intereses imperialistas y las actitudes colonialistas y racistas sobre las necesidades de los pueblos del mundo.
La soberanía haitiana ha sido negada una y otra vez por Francia, Estados Unidos, Canadá y sus aliados, como en el caso del golpe de Estado de 2004 que derrocó al presidente Aristide y la ocupación de la MINUSTAH de 2004-2017. Las Naciones Unidas deben pagar una indemnización al pueblo haitiano por los daños de las intervenciones pasadas, incluido el brote de cólera de 2010.
Nos solidarizamos con el pueblo haitiano en el rechazo a la intervención extranjera y con nuestras organizaciones hermanas de toda NuestrAmérica en la Campaña Zona de Paz que exigen justamente el fin de la injerencia extranjera en Haití.
Nos solidarizamos con y admiramos a nuestros hermanos y hermanas haitianos, esa gran nación que logró la primera y única rebelión exitosa de esclavos en el mundo. Confiamos en que Haití podrá retomar la senda del desarrollo y la prosperidad si se elimina el yugo de la intervención imperialista y se permite a su pueblo determinar su propio futuro. Con este fin, seguiremos abogando por la reinvención de las Naciones Unidas en una organización que respete la soberanía, la independencia y la integridad de todos los Estados.
¡Soberanía para Haití! ¡Haití para los y las haitianos! ¡Dejemos vivir a Haití!